Contigo no hay horizontes
Acariciaba sus labios mientras notaban los últimos rayos de sol en la mejilla. Con los ojos cerrados solo podÃan sentir; sentir de verdad, sentirse intensamente el uno al otro.
Desconectando de todo el decorado sin importancia que nos rodea y ajetrea, ciudades grises con prisas y horarios; solo se escuchaban las olas romper en la costa y el paso de las gaviotas por sus cabezas en contra del viento. Un momento de evasión y enfoque en la realidad, la verdadera realidad, la que importa y nos da vida desbordando nuestro interior.
En medio de un mar frÃo, pero acompañado; acompañado de su calor, de su esencia y de una vida juntos.
Felicidades por haberos encontrado